Nuestra misión:

Imagínese un lugar donde los perros viejos, los perros enfermos, los perros maltratados, los perros abandonados y los perros no deseados se reunieran para descansar, vivir, jugar y acurrucarse. Donde las comidas llegan por la mañana y por la noche, la música clásica siempre suena y el amor se desborda. La única elección que tienen que hacer es en qué sofá o cama para perros acostarse y qué visitante elegir para asfixiar con besos. Solo un lugar para que estén los perros. Esperar en la comodidad de un hogar hasta que puedan encontrar una familia propia que no los tire cuando sean viejos, enfermos o incluso moribundos. Saber que son amados por lo que son, en este momento, y luego amarnos a nosotros a cambio, independientemente de su pasado. Ser el modelo del perdón y, a cambio, enseñarnos a ser seres humanos mejores, más amables y a saber siempre que, aunque sea de una manera pequeña, siempre podemos marcar la diferencia. Este es el lugar en el que nos esforzamos por estar. Esta es nuestra misión. Este es nuestro pequeño granero rojo. Un hogar para tantas almas que otros descartaron y sin las que no podemos imaginar vivir.